Hay casi 40 grados en la calle y no me apetece ningún plan. Ofrezca lo que ofrezca esta capital de asfalto, la respuesta es negativa. Estoy de NO.
Me
quedan pendientes una visita al Thyssen a ver la exposición 'Vogue like a Painting'; conocer El Perro y la Galleta, el nuevo restaurante que los
dueños del bar Galleta, e ir al Retiro con una cesta de picnic de las
que prepara Magasand, pero creo que el calor me va a impedir hacer estos planes.
Hay casi 40 grados, y por mucho que me lo vendan no quiero ir al gimnasio, ni
tomar una caña en una terraza, si no son las 23 horas. Se me pone mal humor con estas
temperaturas y no creo que vaya a Urban Beach Cinema, la playa urbana con cine incluido que han montado en el patio de conde Duque.
(El Perro y la Galleta)
Todos
son planes fantásticos que dejo aquí para que los disfruten aquellos que
estén hechos para soportar este calor, pero de momento yo
renuncio a esto y también a conocer las albóndigas asiáticas de ese
pequeño restaurante perdido por Callao, que dicen que son
maravillosas. Quedarán para septiembre.
Faltan dos días para que llegue agosto y por mucho que me pese no
puedo disfrutar de la ciudad. Son los casi 40 grados que hacen que el
'Wanderlust' sea el leit motiv de mi vida y las fotos de pies en la
arena de Instagram, mi pequeña maldición de estos días.